martes, 7 de agosto de 2012

Venezolano que daban por muerto, despertó cuando lo preparaban para practicarle la autopsia

Carlos Camejo, de 33 años, sufrió un aparatoso accidente y en el mismo lugar de los hechos, los médicos anunciaron su deceso. 18 horas después regresó de la muerte.

Y es que un día después del accidente, a las 12 del mediodía, los galenos encargados de realizarle la autopsia, descubrieron que Camejo estaba vivo.

Según el informe de medicina legal, los médicos estaban listos para comenzar la autopsia. Cuando preparaban la primera incisión, "notaron que una herida en mi cara sangraba demasiado", relata el joven tras vivir un episodio de catalepsia que por poco le cuesta la vida. "Me suturaron sin anestesia -agrega-. En ese momento, el dolor me despertó y regresé de la muerte".

El accidente
La historia comenzó cuando el pasado 6 de septiembre de 2007, a las 6 de la mañana, como todos los días, Carlos salió en su moto a trabajar.

Unas cuadras más adelante recogió a Alexander José Osío, compañero de oficina, que se ubicó en el asiento trasero. Tomó la autopista principal de La Victoria, en el Estado Aragua (Venezuela).
Minutos después colisionó. Carlos intentó esquivar una camioneta que avanzaba hacia él a gran velocidad, y en la maniobra se encontró de frente con una gandola y rodó por el piso.

El joven quedó tendido e inmóvil en el pavimento. Su compañero, Alexander, sobrevivió al impacto. Se fracturó la rótula de la pierna derecha, pero no perdió el conocimiento. Una decena de ambulancias acudieron al lugar. Los paramédicos hicieron su trabajo. Después de revisar los signos vitales determinaron la muerte del conductor de la motocicleta.
"Vi cuando un guardia de seguridad hurtó todas las pertenencias de Carlos", contó Alexander.

Tras una llamada de la Policía, Tamara Rolón, esposa de la víctima, se desplazó hasta el lugar de la tragedia para identificar el cuerpo de su esposo. Durante dos horas, la Policía realizó la diligencia del levantamiento y trasladó el cuerpo del joven a la morgue.
La resurrección

El 6 de septiembre, a mediodía, Carlos Camejo ingresó a la sede de medicina legal con el certificado de defunción número 5.486. El documento, firmado por un paramédico de Protección Civil de Aragua, ratificaba la muerte del joven tras una colisión en el kilómetro 63 de la autopista regional del centro. Al día siguiente algo extraño sucedió. Mientras Tamara adelantaba las diligencias para sepultar el cuerpo del padre de sus dos hijos, recibió una llamada: '¡su esposo está vivo!', le dijeron.

En efecto, después del impacto Carlos sufrió un episodio de catalepsia y lo dieron por muerto. "Mi hermano Miguel Ángel estuvo durante la autopsia. Me cuenta que los médicos estaban listos para abrirme. Sin embargo, primero decidieron analizar un corte que tenía en la cara y suturarlo. Me cosieron sin anestesia y eso me salvó la vida. El insoportable dolor hizo que me despertara", indicó la víctima.
A pesar de haber sido suturado en el rostro, Carlos no presenta mayores evidencias físicas del choque. 14 días después de haber regresado de la muerte prepara una demanda contra los paramédicos que lo atendieron.

"Los demandaré por el error que casi me cuesta la vida y por hurto. Aprovecharon para robarme descaradamente 600 mil bolívares que llevaba en el bolsillo. También me arrancaron la cadena de nacimiento y hasta el anillo de matrimonio. A Alejandro, mi compañero, también le quitaron 200 mil bolívares y hasta le arrancaron el reloj cuando estaba herido", comentó la víctima.
Alexander Osío, compañero de Carlos, permanece hospitalizado en la Clínica El Paso. Él también exige una indemnización por gastos médicos. Cuando salga tendrá que pagar una cuenta de 15 millones de bolívares, dinero que le financió la clínica por ser empleado de ese centro asistencial.

Fuente: eltiempo.com


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