Bogotá, 24 ene (EFE). La Universidad Nacional de Colombia, y el cirujano plástico Luis Pavajeau, anunciaron hoy que iniciarán un estudio sobre las prótesis mamarias Poly Implant Prothèse (PIP) para determinar los posibles efectos nocivos que éstas pudieran causar a las mujeres que las usaron y luego se les retiraron.
A finales del 2011, en Francia, se detectó que el fabricante de estos implantes utilizó materiales de baja calidad que podrían representar una amenaza para la salud, después de que se conocieran varios casos de mujeres que presentaron roturas en sus prótesis.
En una rueda de prensa ofrecida hoy en Bogotá, el doctor Pavajeau y el profesor de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional experto en polímeros, César Sierra, hicieron un llamado a todos los cirujanos plásticos que estén retirando en Colombia las prótesis PIP.
La idea es que los médicos envíen las muestras extraídas debidamente rotuladas y bajo condiciones de asepsia a la universidad, para que sean objeto de estudio e iniciar la primera investigación en el país andino.
“Queremos analizar en cuales de esas prótesis se utilizó silicona industrial y otros elementos”, explicó el cirujano Pavajeau.
El fabricante y dueño de la empresa PIP, Jean Claude Mas, reconoció a la Policía francesa en diciembre pasado que había utilizado silicona industrial y no silicona de grado médico para elaborar las prótesis.
En el mundo se vendieron aproximadamente 300.000 implantes, de los cuales 30.000 en Francia y casi la mitad en Colombia, y estudios realizados en el país europeo indicaron que de esa cifra se encontraron 1.100 prótesis con roturas.
“Si trasladamos eso en lo que es Colombia, aquí estamos con la mitad de prótesis, quiere decir que en este momento deben haber alrededor de 550 pacientes que tienen sus prótesis rotas”, aseveró Pavejeau.
El estudio busca analizar más de medio millón de muestras y así ayudar a las pacientes a descartar problemas a futuro y si se da el caso, como tratarlos, pues según los investigadores, se ha conocido que cirujanos sustituyen los implantes y no revisan si el producto traerá o no consecuencias, como cáncer o tumores mamarios.
“Si a la persona le sale una prótesis potencialmente dañina, se le podrá hacer un seguimiento más profundo”, argumentó el cirujano.
La investigación será por etapas, durante seis meses se recibirán las muestras para que sean estudiadas.
“La primera etapa dura mes y medio, que es el desarrollo del método de análisis, la segunda seis meses donde ya tengamos el método establecido, esperamos recibir por lo menos 500 o más muestras y ahí ya saber exactamente que tienen. Esperamos arrojar resultados en 7 u 8 meses”, dijo a Efe el profesor Sierra.
Los expertos confían en que con esta investigación, Colombia desarrolle un protocolo de análisis propio y así certificar ellos mismos los productos que llegan, antes de que sean distribuidos.
El Gobierno colombiano anunció en días pasados que asumiría los costes para retirar las prótesis mamarias PIP, siempre que el procedimiento sea por recomendación médica.
Fuente: REUTERS / Juan Carlos Ulate
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