En una reciente visita que hizo un grupo de reporteros del Diario El Nacional a un Centro de Diagnóstico Integral (CDI), pudieron percatarse de lo simple que resulta obtener un frasco de Atenolol.
Sin contestar preguntas, sin dar explicaciones, sin consulta médica, exámenes o
informes médicos, cualquier persona puede obtener pastillas para controlar la
presión arterial.
El
envase que recibe el paciente es de color blanco con letras azules. Está
plagado de irregularidades, como la ausencia del número de registro sanitario
cuya obligatoriedad está establecida en el artículo 58 de la Ley del
Medicamento que señala: “Se prohíbe el expendio de medicamentos no registrados
en el país”.
Al
igual que el Atenolol, las pastillas anticonceptivas Trienor y el tratamiento
para diabéticos Metformina son entregados sin restricciones y sin las
indicaciones que exige la norma, en los centros de salud de la red Barrio
Adentro. Los fármacos son de fabricación cubana.
Freddy
Ceballos, presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana, señaló que la
acción viola la normativa sobre la distribución de medicinas y se salta las
regulaciones más recientes emitidas por el despacho de Eugenia Sader en la
materia.
“Si
esos medicamentos no tienen registro sanitario es porque no pasaron por el
Instituto Nacional de Higiene y es un ilícito farmacéutico. No puede ser que el
ente regulador de la salud cometa esas irregularidades”, expresó.
Ceballos
recordó que la ley vigente desde agosto de 2000 establece sanciones. Sin
embargo, descartó que estas se produzcan por tratarse de la falla de una
institución gubernamental.
“El incumplimiento puede implicar hasta cierre de un establecimiento, pero como
estamos hablando del CDI, eso no sucederá. Queremos conocer cuál es la razón
para no registrar esos medicamentos”, dijo.
Los
principios activos de las tres medicinas metformina, atenolol y, en el caso de
las pastillas anticonceptivas, levonorgestrel-etinilestradiol se encuentran en
la lista de medicamentos que se pueden adquirir sin récipe, de acuerdo con lo
establecido en las resoluciones 028, 030 y 035 del Ministerio de Salud.
Pese
a que no requieren prescripción, la ausencia de registro sanitario significa,
según lo establecido en la Ley del Medicamento, que no poseen estudios de
bioequivalencia y biodisponibilidad en la población venezolana, es decir, no
hay referencias de análisis que certifiquen que el contenido de los referidos
productos son los que corresponden al principio activo ofrecido.
“Eso
se presta a especulaciones porque el ente que garantiza que se cumpla con los
estándares requeridos no lo está haciendo. Deberían recogerlos de inmediato
hasta que tengan el registro que establece la ley”, afirmó Ceballos.
Empaques
ilegales.
Los empaques de los tres medicamentos distribuidos en los CDI
representan una violación flagrante de las leyes venezolanas.
Las
normas de la junta revisora de medicamentos del Instituto Nacional de Higiene y
del Servicio de Contraloría Sanitaria del Ministerio de Salud son específicas
en cuanto al contenido informativo de los empaques y las medidas dispensadoras
de los medicamentos que se distribuyen en Venezuela. Los envoltorios deben
contener la información detallada del fármaco y su fabricante, el principio
activo, advertencias sobre reacciones adversas, instrucciones de uso y fecha de
caducidad, entre otros datos.
Pese
a ello, las presentaciones de metformina, atenolol y trienor no contienen o
describen pocos de los datos requeridos. En el caso del primero, el laboratorio
fabricante se llama Novatec y tiene sede en La Habana. El costo está expresado
en pesos cubanos. Advierte que no debe consumirse bajo los efectos del alcohol.
Atenolol y trienor prácticamente no tienen
información que aporte datos adicionales al nombre del medicamento y el número
de tabletas que contienen. Ambos son fabricados por el Grupo Empresarial
Químico-Farmacéutico cubano Quimefa.
Sin
respuesta.
El Nacional trató de comunicarse con el director del Servicio de Contraloría Sanitaria, Divis Antúnez, para que explicase sobre mayúscula irregularidad, pero el intento resultó fallido.