Dada la necesidad de adquirir medicamentos efectivos y
seguros por parte de la población, cada día se hace indispensable conocer los que utilizamos. Por ello, AVEDEFAR ha
considerado conveniente revisar temas como el de los medicamentos falsificados,
los de calidad inferior y su adquisición segura y efectiva. Es de
advertir que la legislación actual prohíbe la venta de medicamentos a
través de la red, así como el tráfico de los mismos por vía postal.
Aun cuando no somos partidarios del uso de Internet para esos fines, no podemos dejar de reconocer que, ante la falta de los productos farmacéuticos necesarios para restablecer la salud de nuestra población, la colectividad venezolana se ha volcado a esos medios de adquisición.
En el presente artículo revisamos algunos aspectos relativos al tema, y ofrecemos algunos consejos tomados de los portales de organismos especializados en la materia.
Aun cuando no somos partidarios del uso de Internet para esos fines, no podemos dejar de reconocer que, ante la falta de los productos farmacéuticos necesarios para restablecer la salud de nuestra población, la colectividad venezolana se ha volcado a esos medios de adquisición.
En el presente artículo revisamos algunos aspectos relativos al tema, y ofrecemos algunos consejos tomados de los portales de organismos especializados en la materia.
Medicamentos falsificados: La falsificación de medicamentos forma parte de un fenómeno más amplio, el de los fármacos de calidad inferior. En las etiquetas de esos medicamentos se incluye, de manera deliberada y fraudulenta, información falsa acerca de su identidad o su fabricante. La falsificación afecta tanto a productos de marca como a genéricos, y los medicamentos falsos pueden ser productos con los principios activos correctos en un envase falsificado o productos con una composición incorrecta, que no contienen principios activos o estos son insuficientes.
Medicamentos de calidad inferior: los medicamentos de calidad inferior son productos cuya composición e ingredientes no cumplen las especificaciones científicas correctas y que, como consecuencia, a menudo no hacen efecto y resultan peligrosos para el paciente. La inferior calidad de los productos puede deberse a negligencia, error humano, recursos humanos y financieros insuficientes o a falsificación.
El mercado de los medicamentos falsificados:
El mercado de los medicamentos falsificados constituye un peligro real y presente para la salud pública. En los últimos tiempos ha aumentado de forma notable el interés por el riesgo que suponen los medicamentos falsificados o de calidad inferior, y se está estudiando más activamente el problema, en especial desde el sector público.
Los falsificadores actúan de modo ilegal y no tienen interés alguno en la seguridad de los pacientes. Se infiltran en la cadena legítima de suministro de los medicamentos y también utilizan farmacias por Internet sin autorización, ocultando sus fármacos falsos entre los medicamentos auténticos.
Los medicamentos falsificados se suelen fabricarse en ambientes no controlados y contener, por tanto productos peligrosos. El consumo de fármacos de calidad inferior o falsificados puede suponer un riesgo para su salud. Una persona que tome de forma habitual medicamentos falsificados puede no estar aprovechando los efectos terapéuticos del fármaco, y existe la posibilidad de que aparezcan resistencias farmacológicas o de que se produzca un problema de salud.
Consejos
para reconocer Medicamentos falsificados
Nadie conoce su medicamento
mejor que usted. Hay algunas medidas sencillas que pueden ayudarle a reconocer
los medicamentos falsificados.
Verifique el envase:
1. Fíjese en la caja, el envase interior y el propio medicamento. Manténgase alerta si observa defectos en el estuche o recipiente contenedor.
2. Cada vez que compre el medicamento, compárelo con el anterior. Puede haber diferencias mínimas en la letra, el color, los sellos, etc.
3. Compruebe que la fecha de vencimiento del medicamento no se ha alcanzado. De lo contrario, deseche el medicamento. No vale la pena exponer su vida por ahorrarse un dinero. Es preferible consumir medicamentos frescos, los cuales no han alcanzado la fecha de caducidad del principio activo. Revise también que la dosis ordenada por el facultativo sea la correcta. Asimismo, compruebe si hay prospecto y si está en el idioma correcto.
Si nota alguna diferencia en cuanto a las propiedades físico químicas tales como aspecto, olor, sabor o textura, informe inmediatamente a farmacéutico de confianza y a la entidad reguladora nacional (haga clic aquí para ver una lista de las entidades reguladoras de cada país). En nuestro caso, puede acudir a la Dirección General de Contraloría Sanitaria (Tel. 0212-408.05.02); a la Dirección de Drogas, Medicamentos y Cosméticos del Ministerio de Salud (Tel. 0212-408.03.85), ubicadas en el piso 3° de la Torre Sur, Plaza Caracas del Centro Simón Bolívar, al Centro de Farmacovigilancia de la Facultad de Farmacia de la UCV, Urbanización Los Chaguaramos, piso 1 (Tel. 0212-605.2214/2276), o exponer el caso ante AVEDEFAR, al correo electrónico Luislea@Gmail.com.
Verifique el envase:
1. Fíjese en la caja, el envase interior y el propio medicamento. Manténgase alerta si observa defectos en el estuche o recipiente contenedor.
2. Cada vez que compre el medicamento, compárelo con el anterior. Puede haber diferencias mínimas en la letra, el color, los sellos, etc.
3. Compruebe que la fecha de vencimiento del medicamento no se ha alcanzado. De lo contrario, deseche el medicamento. No vale la pena exponer su vida por ahorrarse un dinero. Es preferible consumir medicamentos frescos, los cuales no han alcanzado la fecha de caducidad del principio activo. Revise también que la dosis ordenada por el facultativo sea la correcta. Asimismo, compruebe si hay prospecto y si está en el idioma correcto.
Si nota alguna diferencia en cuanto a las propiedades físico químicas tales como aspecto, olor, sabor o textura, informe inmediatamente a farmacéutico de confianza y a la entidad reguladora nacional (haga clic aquí para ver una lista de las entidades reguladoras de cada país). En nuestro caso, puede acudir a la Dirección General de Contraloría Sanitaria (Tel. 0212-408.05.02); a la Dirección de Drogas, Medicamentos y Cosméticos del Ministerio de Salud (Tel. 0212-408.03.85), ubicadas en el piso 3° de la Torre Sur, Plaza Caracas del Centro Simón Bolívar, al Centro de Farmacovigilancia de la Facultad de Farmacia de la UCV, Urbanización Los Chaguaramos, piso 1 (Tel. 0212-605.2214/2276), o exponer el caso ante AVEDEFAR, al correo electrónico Luislea@Gmail.com.
Verifique el medicamento:
1. Compruebe que el color y la textura del medicamento son los mismos que tenían el o los medicamentos adquiridos con la receta anterior.
2. ¿Si es una forma sólida (Tabletas) e deshace en el recipiente que lo contiene o al contacto con la mano?
3. ¿El color del envase o estuche del medicamento es distinto del normal?
4. ¿Huele o sabe de forma diferente?
5. También puede llevar un diario con el efecto del medicamento o los efectos secundarios. Si cree que el medicamento no actúa de forma normal, o si nota efectos secundarios nuevos o faltan efectos que antes tenía, dígaselo a su médico.
6. Es importante mantenerse al día con las noticias sobre medicamentos falsificados. Para ello puede consultar nuestras secciones de últimas noticias o de enlaces útiles.
7. Aunque la posibilidad de que le den un medicamento falsificado es relativamente pequeña, cada vez hay más casos. Si comprueba sus medicamentos con regularidad reducirá el riesgo de tomar un medicamento falsificado.
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