domingo, 22 de junio de 2014

Revive promesa para industrializar vacunas

Imagen tomada del diario "El Universal"
En medio de la escasez de medicamentos que angustia a la población, el Ejecutivo nacional ha retomado la vieja promesa de industrializar la producción de vacunas. 

Esta vez se trata de la Empresa Socialista para la Producción de Medicamentos Biológicos (Espromed Bio), creada con miras a cubrir la demanda del mercado nacional e internacional.

La empresa estará adscrita al Ministerio de Salud y tendrá una duración de 50 años, pero el presidente de la República la podrá disolver cuando lo desee.

Fuentes del área advierten que la referida compañía no es más que el resultado de la separación de la planta de vacunas que dependía del Instituto Nacional de Higiene Rafael Rangel (INHRR), que funciona en la Universidad Central de Venezuela desde 1951.

José Félix Oletta, ex ministro de Sanidad, considera que el quiebre obedece al fracaso del Gobierno en la redimensión de esa planta que inició en 2001 con la ejecución de las obras civiles y que debió estar lista en junio de 2007, para incrementar la producción de toxoide tetánico, difteria, tosferina, antirrábica humana y animal. 

Con al menos seis años de retardo, en diciembre de 2012, la entonces ministra de Salud Eugenia Sader inauguró el sistema de llenado de vacunas como parte de una promesa electoral de la que fue partícipe Jorge Arreaza, en su antigua condición de titular de Ciencia y Tecnología. 

Para ese entonces las autoridades anunciaron una inversión de al menos 395 millones de bolívares para la infraestructura, la dotación y la capacitación de personal de la planta, que tendría una capacidad anual de 150 millones de dosis. 

El acto de inauguración se llevó a cabo a pesar de las advertencias formuladas por los expertos, quienes criticaron al Instituto de Higiene por asumir el rol de productor de vacunas, siendo el ente regulador de la actividad sanitaria. 

Con un capital de 400 millones de bolívares, una vez más, el Gobierno intenta reactivar el proyecto sin resultados. En días pasados el Presidente Nicolás Maduro oficializó Espromed Bio a través del Decreto número 1.038, de la Gaceta Oficial 412.459, con fecha 12 de junio de 2014. El instrumento legal señala que la Empresa Socialista podrá producir otros insumos, según las necesidades del país. Sin embargo, no aclara la naturaleza de los mismos. 

Enrique López Loyo, quien fue jefe de Patología del Instituto de Higiene entre 2002 y 2009, agrega que la planta no ha alcanzado los requisitos técnicos para recibir la certificación de la Organización Panamericana de la Salud en torno a la calidad de los productos, lo que pone entre dicho la confiabilidad del proceso. 

Expone que uno de los graves problemas es la carencia de un bioterio óptimo, un lugar libre de enfermedades donde se puedan criar animales de laboratorios para evaluar la efectividad de los productos. 

"El bioterio actual no cumple con la reglas internacionales de bioseguridad. Los animales están infectados con virus hepáticos y no existen los flujos de ventilación ni la temperatura adecuada para evitar gérmenes", precisa, al recordar que la observación fue rechazada durante su gestión. "Después de esa advertencia comenzó un ataque sistemático por parte del presidente de la institución contra mi persona".

López Loyo afirma que detrás de ese organismo existe injerencia de asesores cubanos. 

A propósito de los cuantiosos recursos destinados para esa iniciativa, ya en 2012 la Red de Sociedades Científicas Médicas y el Centro de Estudios del Desarrollo de la UCV suscribieron una carta que alertaba sobre una inversión acumulada de 585 millones 699 mil 749 bolívares, desde el año 2003. 

Sin éxito 

José Félix Oletta alerta que en la actualidad la planta no está en capacidad de cubrir los esquemas de inmunización nacional. Aunque en 2012 en Gobierno se había propuesto la meta de 150 millones de dosis anuales, el médico detalla que en la actualidad se producen menos de 200 mil dosis, lo que significa un descenso de 82% de la producción con respecto al año 2003, cuando la planta del INHRR producía hasta 6.172.591 fórmulas de diferentes tipos. 

En lo que a toxoide tetánico respecta, el descenso en la producción es de 80,01% entre el año 2000 y 2013, de acuerdo con documentos oficiales. Ante ese escenario, Oletta asevera que en marzo de este año el Ministerio de Salud debió importar un millón 140 mil dosis de toxoide TD a una compañía canadiense. Conseguir una dosis de toxoide tetánico se ha vuelto casi una odisea para quien debe prevenir alguna infección por una herida. En hospitales como el J.M.

De Los Ríos, el Periférico de Coche, el de Catia y el Clínico la colocación de la vacuna es limitada. Los motorizados que padecen accidentes encabezan la demanda.

"El país perdió la autosuficiencia de producción lograda por más de 20 años para elaborar la vacuna DPT y sus derivados, toxoide tetánico y toxoide diftérico.", dijo Oletta.

El gremio espera que la nueva fábrica adquiera capacidad para producir vacunas contra el neumococo, que después de al menos ocho años de exigencia fue incorporada al esquema de prevención, con una inversión de 65 millones de bolívares. Monto por el cual se importaron 600.000 dosis que aún no han llegado a la población.

Coinciden en que existen otras tres vacunas importantes que aún no han sido incluidas en el esquema de inmunización, entre las cuales destacan las fórmulas contra el VPH, la varicela y la hepatitis A. 

Oswaldo Godoy, ex coordinador de epidemiología del Hospital Vargas, asegura que el anuncio es parte de la improvisación del Gobierno.

"No se puede esperar nada de una planta -sentencia frente a un aparato sanitario- que no alcanza a inmunizar 95% de la población", de acuerdo con los protocolos de la Organización Panamericana de la Salud.


Nota:

Sobre la fabricación de sueros y vacunas en Venezuela, queremos reiterar la posición de las Facultades de Farmacia del país, que siempre han ofrecido la asesoría y el respaldo técnico y científico, no solo en materia de su producción, sino también en el diseño y asesoría farmacéutica sobre los establecimientos en los que se producen estos medicamentos, y los anexos a ellas, como es el caso de los bioterios. Por ello, deploramos la situación por la cual la planta que se pretende instalar, no haya alcanzado los requisitos técnicos para obtener la certificación de la Organización Panamericana de la Salud en torno a la calidad de los productos, por carecer de un bioterio óptimo, en el cual se puedan criar animales de laboratorio para evaluar la efectividad de los productos, ya que el bioterio actual no cumple con las reglas internacionales de bioseguridad.

Avedefar pone a disposición, tanto de las instituciones públicas como privadas, su experiencia en materia de asesoría en la instalación de establecimientos farmacéuticos y de sus anexos, para el correcto desenvolvimiento de la actividad farmacéutica.

Relacionado al caso, nos referimos al documento publicado el 1° de septiembre de 2012, por la  Comisión de Epidemiología de la Red de Sociedades Científicas Médicas Venezolanas, Nota Técnica N· 51, bajo el título ¿Es segura la nueva Planta de Vacunas del gobierno?, en la que se analiza la problemática de un servicio tan importante  como lo es la elaboración de vacunas en el país.

Pueden acceder al documento, en el siguiente link:


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