martes, 29 de octubre de 2013

La farmacia latinoamericana quiere ser 'mediterránea'

El Atlántico une España con Latinoamérica, pero sí de farmacia se habla, es el Mediterráneo el que parece acercar ambos territorios. O, mejor dicho, el 'modelo farmacéutico mediterráneo'. Las últimas noticias que sobre este sector llegan,  vislumbran ciertos pasos hacia una mayor regulación del sector farmacéutico, en detrimento de la tendencia liberalizadora reinante en las últimas décadas.


Imagen tomada de Internet

En este sentido, este mes Paraguay prohibió la venta de medicamentos fuera de sus farmacias, vigente desde 1993, y reconoció que su comercio en tiendas y supermercados ha sido "contrario a la salud pública por la mala dispensación y nulo interés" de estos comercios en adecuar sus estructuras a las especiales necesidades de esta venta. Rectificar es de sabios, dicen, aunque llegue dos décadas después.

Años antes, en 2009, Argentina emprendió la misma iniciativa y tiró así la primera piedra de la liberalización del sector, emprendida en 1991, por el que por entonces era ministro de Economía, Domingo Cavallo. No obstante, "no se está cumpliendo la ley en todo nuestro territorio y algunas instancias judiciales impiden su aplicación", señala a EG Fabián Pardón, jefe de Farmacia del hospital Fiorito (Avellaneda) y director del portal Info Faro.

Lejos de quedarse ahí, Argentina parece dispuesta a seguir eliminando las rémoras liberalizadoras. La semana pasada, el Ministerio de Salud publicó una resolución que prohíbe la venta en sus boticas de productos "no relacionados con el cuidado de la salud". Desaparecen así de sus estanterías alimentos, bebidas, golosinas e incluso música (principalmente en boticas propiedad de cadenas).

Asimismo, las estanterías son también protagonistas de otra cruzada que tiene abierta la farmacia argentina en el intento de respetar el rol del farmacéutico. En concreto, que se cumpla la ley que prohíbe exponer medicamentos al alcance del público en las góndolas de las boticas.

Vuelta atrás

Estas nuevas normativas estrechan más los lazos existentes entre la farmacia española y latinoamericana. Una relación ya afianzada a través de instituciones como la Organización de Farmacéuticos Iberolatinoamericanos (OFIL) o por la masiva presencia de boticarios españoles en sus eventos profesionales. Uno de los habituales invitados a estos foros es Enrique Granda, director del Observatorio del Medicamento de FEFE, quien confirma la existencia de mayores restricciones en beneficio del farmacéutico y del medicamento. "Aspiran a modelos como el austriaco, italiano o español. Es un proceso de vuelta atrás, lento y difícil", indica.

En ese camino regulador, la farmacia latinoamericana tiene todavía importantes barreras que derribar. Una de ellas, la libertad de precios, que provoca, como confirma Granda, "ofertas variopintas o descuentos desorbitados" en la adquisición de los medicamentos. Sin embargo, el talón de Aquiles sigue siendo la propiedad, en manos no profesionales, algo generalizado. Una larga lista de países en la que se encontrarían los citados Paraguay y Argentina, y a la que se sumaría Uruguay, Honduras, Nicaragua.

Por ejemplo, la legislación uruguaya refleja que puede ser propietario de una botica "cualquier persona que tenga la calidad de comerciante". Sin más concreciones. Al menos, sí es tónica general que la regencia de estos establecimientos recaiga obligatoriamente en farmacéuticos. "Está prevaleciendo el interés económico sobre la verdadera función social, ética y terapéutica del medicamento", reconoce a EG Joaquín Ochoa, profesional hondureño y ex presidente de OFIL.

A pesar de ello, Granda confirma que los farmacéuticos independientes latinoamericanos, "tienen vitalidad y anteponen el interés sanitario al económico". Pero lo cierto es que los grandes operadores económicos irrumpen a pasos agigantados. Por ejemplo, en Chile, que tiene una de las normativas farmacéuticas más liberales y tres operadores copan toda la red.

En Argentina, donde existe otro rasgo característico del modelo mediterráneo como es la ordenación farmacéutica (una distancia mínima de 300 metros entre boticas), "los grandes operadores están ejerciendo presión para que se elimine y puedan posicionarse en los mejores lugares", avisa Granda. Pero lo cierto es que esa ordenación es copiada en países vecinos, como Uruguay, donde un reglamento ha fijado "nuevos criterios de traslados y aperturas de boticas basados en distancias y densidad de población", confirma Elizabeth Ravera, presidenta de su patronal.

En asuntos como la ordenación, las comparaciones con el 'modelo mediterráneo' son evidentes, aunque en otros aspectos si hay todavía diferencias. Pero Latinoamérica también presenta avances no experimentados en la farmacia española, como la prescripción farmacéutica aprobada en Brasil.

Fuente: ElGlobal.net

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