El Atlántico une España
con Latinoamérica, pero sí de farmacia se habla, es el Mediterráneo el que
parece acercar ambos territorios. O, mejor dicho, el 'modelo farmacéutico mediterráneo'.
Las últimas noticias que sobre este sector llegan, vislumbran ciertos pasos hacia una mayor
regulación del sector farmacéutico, en detrimento de la tendencia
liberalizadora reinante en las últimas décadas.
En este sentido, este
mes Paraguay prohibió la venta de medicamentos fuera de sus farmacias, vigente
desde 1993, y reconoció que su comercio en tiendas y supermercados ha sido
"contrario a la salud pública por la mala dispensación y nulo
interés" de estos comercios en adecuar sus estructuras a las especiales
necesidades de esta venta. Rectificar es de sabios, dicen, aunque llegue dos
décadas después.
Años antes, en 2009,
Argentina emprendió la misma iniciativa y tiró así la primera piedra de la
liberalización del sector, emprendida en 1991, por el que por entonces era
ministro de Economía, Domingo Cavallo. No obstante, "no se está cumpliendo
la ley en todo nuestro territorio y algunas instancias judiciales impiden su
aplicación", señala a EG Fabián Pardón, jefe de Farmacia del hospital
Fiorito (Avellaneda) y director del portal Info Faro.
Lejos de quedarse ahí,
Argentina parece dispuesta a seguir eliminando las rémoras liberalizadoras. La
semana pasada, el Ministerio de Salud publicó una resolución que prohíbe la
venta en sus boticas de productos "no relacionados con el cuidado de la
salud". Desaparecen así de sus estanterías alimentos, bebidas, golosinas e
incluso música (principalmente en boticas propiedad de cadenas).
Asimismo, las
estanterías son también protagonistas de otra cruzada que tiene abierta la
farmacia argentina en el intento de respetar el rol del farmacéutico. En
concreto, que se cumpla la ley que prohíbe exponer medicamentos al alcance del
público en las góndolas de las boticas.
Vuelta atrás
Estas nuevas normativas estrechan más los lazos existentes entre la farmacia española y latinoamericana. Una relación ya afianzada a través de instituciones como la Organización de Farmacéuticos Iberolatinoamericanos (OFIL) o por la masiva presencia de boticarios españoles en sus eventos profesionales. Uno de los habituales invitados a estos foros es Enrique Granda, director del Observatorio del Medicamento de FEFE, quien confirma la existencia de mayores restricciones en beneficio del farmacéutico y del medicamento. "Aspiran a modelos como el austriaco, italiano o español. Es un proceso de vuelta atrás, lento y difícil", indica.
En ese camino
regulador, la farmacia latinoamericana tiene todavía importantes barreras que
derribar. Una de ellas, la libertad de precios, que provoca, como confirma
Granda, "ofertas variopintas o descuentos desorbitados" en la
adquisición de los medicamentos. Sin embargo, el talón de Aquiles sigue siendo
la propiedad, en manos no profesionales, algo generalizado. Una larga lista de
países en la que se encontrarían los citados Paraguay y Argentina, y a la que
se sumaría Uruguay, Honduras, Nicaragua.
Por ejemplo, la
legislación uruguaya refleja que puede ser propietario de una botica
"cualquier persona que tenga la calidad de comerciante". Sin más
concreciones. Al menos, sí es tónica general que la regencia de estos
establecimientos recaiga obligatoriamente en farmacéuticos. "Está
prevaleciendo el interés económico sobre la verdadera función social, ética y
terapéutica del medicamento", reconoce a EG Joaquín Ochoa, profesional
hondureño y ex presidente de OFIL.
A pesar de ello, Granda
confirma que los farmacéuticos independientes latinoamericanos, "tienen
vitalidad y anteponen el interés sanitario al económico". Pero lo cierto
es que los grandes operadores económicos irrumpen a pasos agigantados. Por
ejemplo, en Chile, que tiene una de las normativas farmacéuticas más liberales
y tres operadores copan toda la red.
En Argentina, donde
existe otro rasgo característico del modelo mediterráneo como es la ordenación
farmacéutica (una distancia mínima de 300 metros entre boticas), "los
grandes operadores están ejerciendo presión para que se elimine y puedan
posicionarse en los mejores lugares", avisa Granda. Pero lo cierto es que
esa ordenación es copiada en países vecinos, como Uruguay, donde un reglamento
ha fijado "nuevos criterios de traslados y aperturas de boticas basados en
distancias y densidad de población", confirma Elizabeth Ravera, presidenta
de su patronal.
En asuntos como la
ordenación, las comparaciones con el 'modelo mediterráneo' son evidentes,
aunque en otros aspectos si hay todavía diferencias. Pero Latinoamérica también
presenta avances no experimentados en la farmacia española, como la
prescripción farmacéutica aprobada en Brasil.
Fuente: ElGlobal.net
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