Cifras
y datos
La fiebre chikungunya es una
enfermedad vírica transmitida al ser humano por mosquitos infectados. Además de
fiebre y fuertes dolores articulares, produce otros síntomas, tales como
dolores musculares, dolores de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones
cutáneas. Algunos signos clínicos de
esta enfermedad son iguales a los del dengue, con el que se puede confundir en
zonas donde este es frecuente.
Como no tiene tratamiento
curativo, el tratamiento se centra en el alivio de los síntomas. Un factor de riesgo importante
es la proximidad de las viviendas a lugares de cría de los mosquitos.
La enfermedad se da en África,
Asia y el sub continente indio. En los últimos decenios los vectores de la
enfermedad se han propagado a Europa y las Américas. En 2007 se notificó por
vez primera la transmisión de la enfermedad en Europa, en un brote localizado
en el nordeste de Italia.
La fiebre chikungunya es una
enfermedad vírica transmitida al ser humano por mosquitos. Se describió por
primera vez durante un brote ocurrido en el sur de Tanzania en 1952. Se trata
de un virus ARN del género alfa virus, familia Togaviridae. “Chikungunya” es
una voz del idioma Kimakonde que significa “doblarse”, en alusión al aspecto
encorvado de los pacientes debido a los dolores articulares.
Signos
y síntomas
La fiebre chikungunya se
caracteriza por la aparición súbita de fiebre, generalmente acompañada de
dolores articulares. Otros signos y síntomas frecuentes son: dolores
musculares, dolores de cabeza, náuseas, cansancio y erupciones cutáneas. Los
dolores articulares suelen ser muy debilitantes, pero generalmente desaparecen
en pocos días.
La mayoría de los pacientes se
recuperan completamente, pero en algunos casos los dolores articulares pueden
durar varios meses, o incluso años. Se han descrito casos ocasionales con
complicaciones oculares, neurológicas y cardiacas, y también con molestias
gastrointestinales.
Las complicaciones graves no
son frecuentes, pero en personas mayores la enfermedad puede contribuir a la
muerte. A menudo los pacientes solo tienen síntomas leves y la infección puede
pasar inadvertida o diagnosticarse erróneamente como dengue en zonas donde este
es frecuente.
Transmisión
La fiebre chikungunya se ha
detectado en casi 40 países de Asia, África, Europa y las Américas.
Imagen tomada de OMS |
El virus se transmite de una
persona a otras por la picadura de mosquitos hembra infectados. Generalmente
los mosquitos implicados son Aedes aegypti y Aedes albopictus dos especies que
también pueden transmitir otros virus, entre ellos el del dengue. Estos
mosquitos suelen picar durante todo el periodo diurno, aunque su actividad puede
ser máxima al principio de la mañana y al final de la tarde. Ambas especies
pican al aire libre, pero Ae. aegypti también puede hacerlo en ambientes
interiores.
La enfermedad suele aparecer
entre 4 y 8 días después de la picadura de un mosquito infectado, aunque el
intervalo puede oscilar entre 2 y 12 días.
Diagnóstico
Para establecer el diagnóstico
se pueden utilizar varios métodos. Las pruebas serológicas, como la
inmunoadsorción enzimática (ELISA), pueden confirmar la presencia de
anticuerpos IgM e IgG contra el virus chikungunya. Las mayores concentraciones
de IgM se registran entre 3 y 5 semanas después de la aparición de la
enfermedad, y persisten unos 2 meses.
Las muestras recogidas durante
la primera semana tras la aparición de los síntomas deben analizarse con
métodos serológicos y virológicos (RT-PCR). El virus puede aislarse en la
sangre en los primeros días de la infección. Existen diversos métodos de
reacción en cadena de la polimerasa con retrotranscriptasa (RT–PCR), pero su
sensibilidad es variable. Algunos son idóneos para el diagnóstico clínico.
Los productos de RT–PCR de las
muestras clínicas también pueden utilizarse en la genotipificación del virus,
permitiendo comparar muestras de virus de diferentes procedencias geográficas.
Tratamiento
No existe ningún antivírico
específico para tratar la fiebre chikungunya. El tratamiento consiste
principalmente en aliviar los síntomas, entre ellos el dolor articular, con
antipiréticos, analgésicos óptimos y líquidos. No hay comercializada ninguna
vacuna contra el virus chikungunya.
Prevención
y control
La proximidad de las viviendas
a los lugares de cría de los mosquitos vectores es un importante factor de
riesgo tanto para la fiebre chikungunya como para otras enfermedades
transmitidas por las especies en cuestión. La prevención y el control se basan
en gran medida en la reducción del número de depósitos de aguas naturales y
artificiales que puedan servir de criadero de los mosquitos.
Para ello es necesario
movilizar a las comunidades afectadas. Durante los brotes se pueden aplicar
insecticidas, sea por vaporización, para matar los moquitos en vuelo, o bien
sobre las superficies de los depósitos o alrededor de éstos, donde se posan los
mosquitos; también se pueden utilizar insecticidas para tratar el agua de los
depósitos a fin de matar las larvas inmaduras.
Como protección durante los
brotes se recomiendan llevar ropa que reduzca al mínimo la exposición de la
piel a los vectores. También se pueden aplicar repelentes a la piel o a la
ropa, respetando estrictamente las instrucciones de uso del producto. Los
repelentes deben contener DEET (N, N-dietil-3-metilbenzamida), IR3535
(etiléster de ácido 3-[N-acetil-N-butil]-aminopropiónico) o icaridina
(2-(2-hidroxietil)-1-metilpropiléster de ácido 1-piperidinocarboxílico).
Para quienes duerman durante
el día, sobre todo los niños pequeños, los enfermos y los ancianos, los
mosquiteros tratados con insecticidas proporcionan una buena protección.
Las
espirales insectífugas y los vaporizadores de insecticidas también pueden
reducir las picaduras en ambientes interiores.
Las personas que viajen a
zonas de riesgo deben adoptar precauciones básicas, como el uso de repelentes,
pantalones largos y camisas de manga larga, o la instalación de mosquiteros en
las ventanas.
Brotes
La enfermedad se da en África,
Asia y el subcontinente indio. En África las infecciones humanas han sido
relativamente escasas durante varios años, pero en 1999-2000 hubo un gran brote
en la República Democrática del Congo, y en 2007 hubo un brote en Gabón. En febrero de 2005 comenzó un
importante brote en las islas del Océano Índico, con el cual se relacionaron
numerosos casos importados en Europa, sobre todo en 2006 cuando la epidemia
estaba en su apogeo en el Océano Índico. En 2006 y 2007 hubo un gran brote en
la India, por el que también se vieron afectados otros países de Asia
Sudoriental.
Desde 2005, la India,
Indonesia, las Maldivas, Myanmar y Tailandia han notificado más de 1,9 millones
de casos. En 2007 se notificó por vez primera la transmisión de la enfermedad
en Europa, en un brote localizado en el nordeste de Italia en el que se
registraron 197 casos, confirmándose así que los brotes transmitidos por Ae.
albopictus son posibles en Europa.
En diciembre de 2013 Francia
notificó dos casos autóctonos confirmados mediante pruebas de laboratorio en la
parte francesa de la isla caribeña de St. Martin. Desde entonces se ha
confirmado la transmisión local en la parte holandesa de la isla (St. Maarten),
Anguila, Dominica, Guayana Francesa, Guadalupe, Islas Vírgenes Británicas,
Martinica y St. Barthèlemy. Aruba solo ha notificado casos importados.
Este es el primer brote
documentado de fiebre chikungunya con transmisión autóctona en las Américas.
Hasta octubre de 2014 se
habían registrado más de 776 000 casos sospechosos de fiebre chikungunya en las
islas del Caribe y en algunos países de América del Sur; durante el mismo
periodo se han atribuido 152 muertes a esta enfermedad. En México y en los
Estados Unidos de América también se han registrado casos importados. El 21 de
octubre de 2014 Francia confirmó 4 casos de infección autóctona en Montpellier.
Más
información sobre los vectores
Tanto Ae. aegypti, como Ae.
albopictusse han visto implicados en grandes brotes de fiebre chikungunya.
Mientras que Ae. aegypti está confinado a las zonas tropicales y subtropicales,
Ae. albopictus también está presente en regiones templadas, e incluso
templadas-frías. En los últimos decenios Ae. albopictus ha salido de Asia y se
ha establecido en algunas zonas de África, Europa y las Américas.
En comparación con Ae. aegypti,
la especie Ae. albopictus prospera en una variedad más amplia de acumulaciones
de agua que le sirven de criaderos, tales como cáscaras de coco, vainas de
cacao, tocones de bambú, huecos de árboles, charcos en rocas, además de
depósitos artificiales tales como neumáticos de vehículos o platos bajo
macetas.
Esta diversidad de hábitats
explica la abundancia de Ae. albopictus en zonas rurales y periurbanas y en
parques urbanos sombreados. Ae. aegypti está más estrechamente asociado a las
viviendas y tiene criaderos en espacios interiores, por ejemplo en floreros,
recipientes de agua y tanques de agua en baños, además de los mismos hábitats
exteriores artificiales que Ae. albopictus.
En África se han encontrado varios
otros mosquitos vectores de la enfermedad, entre ellos especies del grupo A.
furcifer-taylori y A. luteocephalus. Hay indicios de que algunos animales
diferentes de los primates (roedores, aves y pequeños mamíferos) también pueden
actuar como reservorios.
Respuesta
de la OMS
Para luchar contra la fiebre
chikungunya, la OMS gestiona actividades encaminadas a:
- Formular planes basados en evidencias para gestionar los brotes;
- Proporcionar apoyo y orientación técnica a los países para que gestiones eficazmente los casos y los brotes;
- Presta soporte a los países para que mejoren sus sistemas de notificación;
- Junto a diversos centros colaboradores, aportar formación a nivel regional sobre el tratamiento, el diagnóstico y el control de los vectores;
- Publicar directrices y manuales para los Estados Miembros sobre el tratamiento y el control de los vectores.
La OMS anima a los países a
crear y mantener estrategias que les permitan detectar y confirmar casos,
atender a los pacientes y poner en práctica estrategias de comunicación social
para reducir la presencia de los mosquitos vectores.
Como medidas de protección durante los
brotes de chikungunya, se recomienda utilizar mosquiteros, así como ropa que minimice
la exposición de la piel a la picadura del mosquito y repelentes.
Para una mejor información
sobre otros aspectos de la fiebre chikungunya, recomendamos la lectura de la información contenida en la guía
“Preparación y Respuesta ante la eventual introducción del virus chikungunya en las Américas”, publicación del año 2012 de la OPS/OMS, destinada a orientar a los países de las
Américas, a mejorar sus esfuerzos para detectar el virus y para preparar
programas de monitoreo, prevención y control de la enfermedad, en caso de que
apareciera.
Fuente: OMS
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