Las recomendaciones de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) publicadas hoy ponen de relieve los
peligros de quemar en los hogares combustibles como el carbón no tratado y el
queroseno, y establecen metas para reducir las emisiones de contaminantes
nocivos para la salud procedente de fogones, estufas y lámparas de mecha de uso
doméstico.
En las nuevas Directrices de
la OMS sobre la calidad del aire de interiores - Quema de
combustibles en los
hogares se subraya la necesidad de mejorar el acceso de los hogares a fuentes
de energía menos contaminantes, como el gas de petróleo licuado, el biogás, el
gas natural y el etanol, o la electricidad, especialmente en países de ingresos
bajos y medianos.
Imagen tomada de Internet |
Las nuevas directrices llegan
después de que la OMS revelara a principios de este año que más de 7 millones
de personas –una de cada ocho del total de muertes mundiales– murieron a causa
de la exposición a la contaminación atmosférica o del aire de interiores. Según
las estimaciones, unos 4,3 millones de personas mueren cada año en todo el
mundo a causa de la contaminación del aire en los hogares emitida por fogones
rudimentarios de biomasa y carbón.
«Velar por que en los hogares
y en su entorno el aire esté menos contaminado es fundamental para reducir la
carga de morbilidad debida a la contaminación del aire, especialmente en los
países de ingresos bajos y medianos», señala la Dra. María Neira, Directora del
Departamento de la OMS de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes
Sociales de la Salud.
«Las nuevas directrices de la OMS tienen por objeto
ayudar a los países a introducir tecnologías menos contaminantes, mejorar la
calidad del aire en los hogares pobres, reducir las enfermedades relacionadas
con la contaminación y salvar vidas.»
Casi 3000 millones de personas
en todo el mundo siguen sin acceso a combustibles y tecnologías menos contaminantes
para cocinar, caldear espacios y alumbrarse. Cada año millones de personas
mueren como consecuencia de la contaminación del aire en los hogares: 34% por
accidentes cerebrovasculares, 26% por cardiopatías isquémicas, 22% por
neumopatías obstructivas crónicas, 12% por neumonía infantil y 6% por cáncer de
pulmón.
Estas enfermedades se deben
principalmente a los elevados niveles de partículas finas en suspensión y de
monóxido de carbono emitidos al quemar combustibles sólidos como madera,
carbón, excrementos de animales, residuos agrícolas y carbón en fogones, estufas
o lámparas de mecha poco eficientes.
Nuevas
metas de reducción de las emisiones
Las directrices incluyen metas
de reducción de las emisiones, en diferentes tipos de aparatos domésticos, para
el monóxido de carbono y las partículas finas en suspensión. Las metas son el
resultado de años de examen de las consecuencias para la salud de las emisiones
de contaminantes del aire en los hogares y del exhaustivo análisis de los
niveles en los que tendrían que reducirse las emisiones para cumplir lo
dispuesto en las directrices de la OMS sobre la calidad del aire.
«Si se satisfacen las nuevas
metas de reducción de las emisiones, aproximadamente un 90% de los hogares de
todo el mundo se ajustarán a las normas de calidad del aire establecidas por la
OMS», señaló la Dra. Neira.
Evitar
el carbón no tratado y el queroseno
En las nuevas directrices se
recomienda dejar de utilizar el carbón no tratado como combustible doméstico.
El carbón contiene elementos tóxicos como arsénico, plomo y mercurio. La
combustión incompleta de carbón en fogones y estufas poco eficientes puede
provocar enfermedades graves y muerte prematura.
También se desaconseja el uso
del queroseno como combustible doméstico por la preocupación que suscitan sus
efectos negativos en la calidad del aire y la seguridad. Además, el queroseno
está relacionado con quemaduras, incendios e intoxicaciones.
Consecuencias
para la salud
En los hogares con fogones de
carbón o biomasa que queman a fuego abierto y no disponen de ventilación, las
emisiones de partículas en suspensión y otros contaminantes pueden ser 100
veces superiores a los niveles que recomienda la OMS.
Tales contaminantes son
carcinógenos y provocan enfermedades cardíacas y pulmonares puesto que
debilitan la respuesta inmunitaria, reducen la capacidad de transporte de
oxígeno en la sangre y provocan inflamación generalizada e isquemia, entre
otros trastornos fisiológicos.
«La mujeres y los niños
pequeños, que son quienes más tiempo pasan cerca del hogar, son especialmente
vulnerables», señala la Dra. Flavia Bustreo, Subdirectora General de la OMS,
grupo orgánico de Salud de la Familia, la Mujer y el Niño. «En todo el mundo,
más del 50% de las muertes por neumonía en menores de 5 años están relacionadas
con la contaminación del aire en los hogares.»
Posiblemente las mujeres y los
niños sufran también otras consecuencias. En muchas regiones, pasan horas cada
día recolectando combustible para los fogones y estufas tradicionales, lo que
restringe el tiempo que pueden dedicar a ganar dinero o a asistir a la escuela. Seguir leyendo
Fuente: OMS
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