Esta frase junto a otras y
diversos comentarios del mismo género, la hemos leído en e-PANORAMIX y tal como
indica Ana Isabel Rigueira García autora del
artículo “el efecto adverso más perverso de los tranquilizantes en
mayores: que los aten a perpetuidad, hasta la muerte”, la pronunció en marzo de 2013 D. José R,
paciente, diagnosticado de demencia senil.
La autora pone de nuevo en
actualidad una problemática real, las sujeciones físicas y químicas a la que
pueden estar sometidas las personas mayores institucionalizadas en el sistema socio
sanitario español. Son diversas las instituciones tanto privadas como públicas
que han trabajado y trabajan en este campo: Instituto Joanna Briggs, el
Servicio de Bienestar Social de la Comunidad de Madrid, el Hospital
Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares, el método Libera-Ger
de la Fundación Cuidados Dignos, el Gobierno Foral de Navarra Decreto 221/2011,
Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, el grupo La Saleta, etc.
La Confederación Española de
Organizaciones de Mayores CEOMA, en el programa Desatar al anciano y al enfermo
de Alzheimer, plantea el objetivo de “tolerancia cero al uso de sujeciones en
personas mayores” con el fin de conseguir una actitud profesional que sirva
como motor de mejora de la calidad asistencial en Residencias. El programa
mencionado consiguió en 2010 el premio internacional Príncipe de Viana de
atención a la dependencia. Es muy sugestivo leer el folleto donde son definidas
las sujeciones físicas dirigido a familiares de enfermos, y analizada la
evidencia, así como los mitos, realidades, riesgos y beneficios de las sujeciones
físicas. En la guía para personas mayores y familiares editada por la misma
organización se da a conocer el desarrollo del programa, procediendo a la
definición de sujeción física y también las primeras descripciones de otro tipo
de sujeción denominada química. Las evidencias sobre su uso, los aspectos
éticos y legales, las circunstancias y actitudes de las sujeciones, los
materiales y sustancias usadas para la sujeción, etc.
Prácticamente los primeros
estudios y trabajos al respecto se centran en las sujeciones físicas, pero es a
partir de mediados y finales de la primera década del actual siglo cuando
aparecen en España los primeros intentos de calibración y cuantificación de la
sujeción química. Son muy interesantes los trabajos dirigidos por Mary Martínez,
directora técnica del grupo la Saleta, presentados en las I Jornadas
Internacionales de uso de sujeciones en personas mayores dependientes
celebradas en Pamplona, donde se esboza una clara definición de la sujeción
química, así como se presentan diversos resultados obtenidos en centros
gestionados por este grupo, pionero en España en la práctica del desatar
químico.
Existen experiencias en el campo de la Farmacia de Atención Primaria sobre actividades de un Servicio de Farmacia de Área de Salud de la Comunidad Valenciana encaminadas a la implantación de un programa de desatar químico en personas mayores y enfermos de Alzheimer en centros socio sanitarios, como el realizado en el Departamento de Sagunto, en la Comunidad Valenciana.
Existen experiencias en el campo de la Farmacia de Atención Primaria sobre actividades de un Servicio de Farmacia de Área de Salud de la Comunidad Valenciana encaminadas a la implantación de un programa de desatar químico en personas mayores y enfermos de Alzheimer en centros socio sanitarios, como el realizado en el Departamento de Sagunto, en la Comunidad Valenciana.
También destacaría otros
resultados, como los presentados en el Congreso Nacional de atención sanitaria
al paciente crónico, en la comunicación oral “des prescripción de medicamentos
antipsicóticos en pacientes institucionalizados con demencia”. En el mismo se describe como, tras la
intervención de un equipo multidisciplinar coordinados por el Servicio de
Farmacia Socio sanitaria de un centro de 120 camas de Castellón, y utilizando
un protocolo preestablecido de utilización de fármacos antipsicóticos en
pacientes mayores con demencia y trastornos de conducta que incorpora criterios
de prescripción y des prescripción se consiguió, la retirada del tratamiento neurológico al 80
% y la reducción del tratamiento a la dosis mínima eficaz al 20 %, de los
pacientes valorados.
Por otro lado diversos autores
publicaron en 2009 y en 2010 en la revista Española de Geriatría y Gerontología
sendos artículos relacionados con prescripción farmacológica en las personas
mayores: La Prescripción inapropiada de medicamentos en los pacientes mayores:
criterios STOPP/START y las Recomendaciones en la prevención de reacciones
adversas a medicamentos en personas mayores con demencia. Criterios que deben
servir de base en las actuaciones relacionadas con el desatar químico.
Sería también interesante
debatir y estudiar para mejorar, si la
realidad es que los pacientes llegan a los centros”atados” al proceder de un
entorno familiar con menos recursos para el cuidado que los disponibles en un
centro. El que posteriormente se desate o no, sí que recae en los profesionales
del centro, y por tanto es importantísima la relación con la atención primaria
y la asistencia especializada.
En julio de 2014 se aprobó el
documento de consenso de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología sobre
sujeciones mecánicas y farmacológicas. En el citado consenso el “Comité
Interdisciplinar de sujeciones” define la sujeción química como el uso de
psicofármacos independientemente del grupo o familia utilizada y/o de sus
dosis, que limiten o restrinjan la movilidad y comprometan las actividades de
la vida diaria (levantarse, vestirse, bañarse, ir al baño, etc.), así como el
funcionamiento mental (enlentecimiento del pensamiento), con el objetivo de
controlar una conducta inadecuada o molesta (vagabundeo, rechazo de los
cuidados, etc.), y siempre que no tenga su base en un trastorno psiquiátrico o
médico diagnosticado, sino que se utilizan por conveniencias organizativas y no
en beneficio de la persona.
Son interesantes los comentarios que acompañan a la citada definición, como por ejemplo que existen ya estudios, que demuestran que la disminución de sujeción mecánica, ha aumentado la utilización de sujeción química.
Son interesantes los comentarios que acompañan a la citada definición, como por ejemplo que existen ya estudios, que demuestran que la disminución de sujeción mecánica, ha aumentado la utilización de sujeción química.
A raíz del
artículo leído en e-PANORAMIX y como resumen de estos pequeños comentarios que
solo pretenden un acercamiento a la realidad socio sanitaria española sobre las
sujeciones químicas, la autora finaliza con
el siguiente mensaje:
"Esta va por ti, papá. Espero
que algún día mi hijo lea esto, pero que jamás tenga que luchar por mi dignidad, como yo vengo luchando por
la tuya”.
Fuente: Hemosleido
No hay comentarios:
Publicar un comentario