El presente artículo, que
corresponde a un estudio sobre la gestión del riesgo cardiometabólico en
ancianos realizado entre 1992 y 2012 en España, demuestra el avance alcanzado
en temas como la esperanza de vida de
los hombres, que ha pasado en
ese país, de 73,9 a 79,4 años y
la de las mujeres de 81,2
a 85,1 años, según tablas
de mortalidad del Instituto Nacional de Estadística (INE).
La Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI) ha
publicado en BMC Cardiovascular Disorders el trabajo realizado por un panel de
59 expertos de esta sociedad, con el objetivo de analizar varias cuestiones relacionadas con el manejo del riesgo cardiometabólico en los
pacientes ancianos. Señalan los autores, que a pesar del progresivo
incremento de la esperanza de vida, y de la relación existente entre el
envejecimiento, la multimorbilidad y el incremento en la utilización de
recursos sanitarios, las guías de
práctica clínica actuales sobre
riesgo cardiometabólico, no
son aplicadas adecuadamente a los pacientes ancianos con
pluripatología.
Hemos considerado importante reproducir
los resultados del estudio, ya que al basarse en el manejo de patologías tales
como la dislipemia, diabetes, obesidad y nutrición, hipertensión arterial
y terapia antitrombótica en la población anciana, permiten orientar a despejar
ciertas dudas relacionadas con su manejo científico en nuestro medio. El trabajo contiene
una serie de interrogantes que permiten aclarar lo propuesto en el artículo en cuanto a las patologías en cuestión.
DISLIPEMIAS
1.
¿Son las ecuaciones de riesgo cardiovascular
útiles para estimar el riesgo cardiovascular en la población anciana
española?
La tabla SCORE calibrada
para España establece una edad límite de 65 años, de forma que los pacientes
mayores de 65 años son asignados a este grupo de edad, incluso asumiendo que su
riesgo podría estar subestimado. Por otra parte, las tablas de Framingham
adaptadas no son adecuadas para predecir eventos cardiovasculares en sujetos
mayores de 80 años.
El panel de expertos indica que es
necesario desarrollar urgentemente tablas de riesgo nacionales
que puedan ser aplicadas en todos los grupos de edad, pero mientras
tanto, recomienda utilizar las tablas de riesgo disponibles, sabiendo que
existe un riesgo de subestimar el riesgo real.
2.
¿Deberían ser considerados todos los
ancianos como población de alto riesgo?
Aunque la edad es un factor
aceptado de riesgo cardiovascular independiente, los ancianos no deben
ser incluidos en la categoría de riesgo alto sólo por su edad. Se debe
evaluar el riesgo cardiovascular de forma individual en todos los grupos de
edad.
3.
¿Son las estatinas útiles en la prevención
primaria de las enfermedades cardiovasculares en los ancianos?
Según un metanálisis publicado
recientemente, en sujetos mayores de 65 años sin enfermedad cardiovascular
establecida, las estatinas reducen significativamente la incidencia de
infarto de miocardio y de accidente cerebrovascular (ACV), aunque la
supervivencia no se prolongó de forma significativa. En este metanálisis,
no se dio información sobre los pacientes mayores de 80 años, y el NNT fue
relativamente alto (83 para infarto de miocardio y 142 para ACV).
El grupo de expertos concluyó
que el uso de estatinas en prevención primaria podría ser beneficioso, aunque
después de considerar la evidencia y la relación coste/beneficio, las
recomiendan exclusivamente a los pacientes de alto riesgo con buen estado de
salud.
4.
¿Son las estatinas útiles en la prevención
secundaria de las enfermedades cardiovasculares en los ancianos?
La evidencia es clara; el
tratamiento con estatinas debe ser considerado tanto en pacientes
jóvenes como en ancianos con enfermedad cardiovascular establecida.
DIABETES, OBESIDAD y NUTRICIÓN
5.
¿Cuál debería ser el objetivo glucémico en
los ancianos diabéticos españoles?
Las hipoglucemias son críticas
en este tipo de población (riesgo de caídas y deterioro
funcional y cognitivo). La posible disfunción hepática y renal y las
potenciales interacciones farmacológicas deben ser tenidas en cuenta.
El uso de sulfonilureas debe ser
restringido en la población anciana, favoreciendo eluso de antidiabéticos
con bajo riesgo de hipoglucemia (metformina, inhibidores
de DPP-4).
6.
¿Existe alguna evidencia de que la pérdida
de peso pueda beneficiar a los diabéticos ancianos con sobrepeso/obesos?
Las dietas muy restrictivas deben ser evitadas en la población anciana. La dieta mediterránea aporta
una cantidad adecuada de fibra y de grasas saturadas bajas, y ha mostrado efectos
muy positivos sobre los factores de riesgo cardiovascular.
7.
¿Es necesario el consejo nutricional en los
diabéticos ancianos hospitalizados?
Varios estudios han mostrado una
relación entre la malnutrición y la hospitalización prolongada, el
aumento de costes y el alto número de readmisiones. Por ello, una
detección temprana de la malnutrición es fundamental para evitar
futuras complicaciones.
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
8.
¿Qué objetivo de presión arterial debería
aplicarse a la población anciana?
En población mayor de 79 años,
donde no hay ninguna evidencia pues es un tipo de población que no se incluye
en los ensayos clínicos, el objetivo de presión arterial se debe
establecer en función del estado de salud del paciente, no de su edad. En
general se puede fijar en 140/90 mmHg, siempre evitando un presión diastólica
por debajo de 75-80 mmHg.
9.
¿Cuál debería ser el primer fármaco
utilizado en los ancianos hipertensos?
Los inhibidores de la enzima
convertidora de angiotensina (IECA), los antagonistas del calcio y las
combinaciones de dosis fijas, podrían ser probablemente la
mejor opción farmacológica debido a su buena tolerabilidad. Se recomienda utilizar dosis
bajas y titular para evitar efectos adversos que afecten negativamente
a la calidad de vida del paciente.
10. Más
allá de la hipertensión, ¿qué aspectos deberían ser considerados a la hora de
decidir el tratamiento antihipertensivo en los pacientes ancianos?
El estado funcional, las
comorbilidades y la esperanza de vida son los indicadores más relevantes para
elegir el tratamiento. Un estudio reciente ha mostrado que la
fragilidad es uno de los predictores más robustos de mortalidad.
11. ¿Puede la
MAPA tener una función específica en los pacientes hipertensos
ancianos?
La MAPA debería tenerse
especialmente en cuenta en este tipo de pacientes, para garantizar el
diagnóstico y una individualización del tratamiento farmacológico.
TERAPIA ANTIPLAQUETARIA
12. ¿Cuándo
está indicada la terapia antiplaquetaria en los pacientes ancianos sin
enfermedad cardiovascular?
El uso de aspirina en prevención primaria confiere un beneficio modesto en el infarto de miocardio no fatal y en los eventos cardiovasculares, e incrementa el riesgo de sangrado asociado.
El uso de aspirina en prevención primaria confiere un beneficio modesto en el infarto de miocardio no fatal y en los eventos cardiovasculares, e incrementa el riesgo de sangrado asociado.
Por este
motivo, la relación beneficio/riesgo para recomendar su uso debería
ser cuidadosamente evaluada en cada paciente.
13. ¿Es
la terapia antiplaquetaria la alternativa más razonable según el balance
beneficio/riesgo frente a la anticoagulación en los pacientes ancianos con
fibrilación auricular (FA)?
En general, la anticoagulación (con antagonistas de la vitamina k o con los nuevos anticoagulantes) proporciona un beneficio neto sobre la antiagregración en pacientes ancianos con FA. Una posible excepción, debido a la falta de evidencia, podrían ser los pacientes con CHADS-VASc = 1 (pacientes de bajo riesgo tromboembólico), especialmente si tienen un alto riesgo de sangrado (HAS-BLED ≥ 3).
14. ¿Hay
alguna indicación para utilizar la terapia dual antiplaquetaria en los
ancianos?
La doble terapia
antiplaquetaria, generalmente con aspirina y clopidogrel, es
una recomendación general en pacientes con síndrome coronario agudo y tras una
intervención coronaria percutánea.
15. ¿Hay
alguna indicación para utilizar la terapia dual antiplaquetaria -
anticoagulante en los ancianos?
La adición de la terapia
antiagregante a la anticoagulante en los pacientes ancianos está indicada en
las mismas condiciones clínicas que las recomendadas en población joven (FA
con reemplazo de stent coronario), siempre teniendo en cuenta el mayor
riesgo de sangrado.
16. ¿Conlleva
el envejecimiento alguna excepción relacionada con las recomendaciones sobre
terapia antiplaquetaria en las enfermedades cardiovasculares?
En
general, el envejecimiento per se no está contraindicado para seguir
las recomendaciones sobre terapia antiplaquetaria en la prevención de
enfermedades cardiovasculares, aunque a la hora de tratar se deberían tener en
cuenta la esperanza de vida y el estado funcional del paciente.
La evaluación de las escalas de riesgo tromboembólico (CHADS-VASc) y riesgo
hemorrágico (HAS-BLED) son muy importantes en la población anciana.
Fuente: Hemosleido
Fuente: Hemosleido
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