Interpol anunció hoy haber llegado a un acuerdo con 29 de las empresas farmacéuticas más grandes del mundo, con el objetivo de combatir el negocio de los medicamentos falsos, que según la organización pone en peligro la salud de millones de personas.
El acuerdo, valorado en 4,5 millones de euros, tiene una duración de tres años y prevé la creación de un programa de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol) contra los delitos farmacológicos.
Dicho programa, según el comunicado, se centrará en la prevención de ese tipo de delitos, incluida la falsificación de medicamentos genéricos y de marca, así como en la identificación y desmantelamiento de redes de delincuencia organizada, vinculadas con esa actividad.
"Ningún país, ningún medicamento, ningún producto médico está a salvo de la falsificación", señaló hoy el secretario general de Interpol, Ronald Noble, según el cual este pacto constituye "un puente eficaz entre los sectores público y privado" y ayudará a enfrentarse de manera más eficaz al problema.
El programa aspira igualmente a aumentar la concienciación sobre los peligros de esos medicamentos, especialmente entre aquellas personas que compran medicinas a través de Internet.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), según datos citados por Interpol, calcula que en más del 50 por ciento de los casos los medicamentos adquiridos a través de Internet en páginas ilegales resultan ser falsos.
"Los fármacos falsificados pueden constituir la diferencia entre la vida y la muerte de un paciente", añadió Christopher Viehbacher, director ejecutivo de Sanofi, una de las farmacéuticas que han suscrito este acuerdo.
Según sus cifras, en torno al 10 por ciento de los medicamentos es falso, un porcentaje que puede elevarse al 50 % en los países más pobres, por lo que es importante coordinar las operaciones para reducir la amenaza que representan.
Roche, Novartis, Bayer AG o Johnson & Johnson, son otras de las firmas que se han unido a la iniciativa, que incluirá actividades de formación y acciones concretas respecto a la aplicación de la legislación.
Los delitos farmacológicos, según Interpol, consisten en la fabricación, comercio y distribución de instrumental médico y fármacos falsos, robados o ilícitos, pero abarcan también la adulteración o falsificación de su embalaje o documentación, la estafa, el desvío ilícito, el contrabando o el blanqueo de capitales. EFE
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