El 30 de julio de 1973 los tribunales ingleses
dieron fin a una batalla legal que duró 11 años, sin embargo, será difícil
olvidar los motivos que dieron lugar a este conflicto, y ojalá la humanidad
jamás los olvide.
Imagen tomada de Wikipedia |
Conocida por sus efectos sedantes e hipnóticos, y utilizada en el tratamiento del vómito asociado al primer trimestre del embarazo, a mediados de los 50 era la tercera droga más vendida sin toxicidad entonces reconocida, ya que fue probada en ratones en dosis de diez mil miligramos por kilogramo de peso, sin observar efectos colaterales fatales.
Aunque ya entrados los años 60 se empezó a
experimentar como un medicamento con grandes beneficios para el tratamiento de la
lepra, comenzó a emerger el daño causado a miles de personas que habrían de crecer con problemas
de desarrollo.
A finales de los 50 y principios de los 60
nacieron más de 12 mil niños con graves deformaciones congénitas, caracterizadas por desarrollos defectuosos en
brazos, piernas o bien alteraciones masivas internas. Sus madres que
habían ingerido el fármaco en el periodo de gestación.
En el Reino Unido, la demanda se centró contra el
laboratorio concesionario en la elaboración de este fármaco y la batalla legal
terminó hace 39 años. Ninguna cifra económica podrá
paliar el drama de muchas personas que habrían de empezar su vida con deformidades corporales que afectarían su
funcionalidad. La indemnización que los tribunales ingleses acordaron fue de seis millones de libras esterlinas en créditos directos y
también se crearía un fondo de 14 millones de libras esterlinas, para cuidar el futuro de un poco más
de 400 niños ingleses.
En el juicio surgieron alegatos tanto de parte
de las víctimas, que acusaban a la demandada por ser los causantes de que sus hijos
nacieran sin extremidades o con estas gravemente acortadas, como de la demandada
que invocó que, debido a lo complejo del caso, y tras años de demoras y
aplazamientos de los procesos judiciales, se le dificultó demostrar que las
acusaciones de negligencia que pesaron sobre la empresa, eran infundadas.
Hace 39 años terminó en el campo legal un
enfrentamiento, pero la batalla sigue en los cuerpos de muchos sobrevivientes,
que han enfrentado la gran mayoría con una entereza envidiable, las
desventajas de heredar un cuerpo con limitaciones que ellos mismos no
eligieron, pero que están ahí, para recordarnos que la ciencia humana es imperfecta
y en ocasiones se vuelve contra sus creadores.
Fuente: Informador.com.mx
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