La familia del joven
Carlos Ramón Molina Contreras, de 14 años de edad, quien falleció la noche del
viernes en extrañas circunstancias, denunciaron la negligencia del médico
(cubano) quien atiende en el ambulatorio de Río Negro y de quien desconocen el
nombre, pero lo responsabilizan de la muerte, ya que por falta de conocimientos
sobre las posibles enfermedades que pudiese presentar la población de esta
recóndita área rural, no remitió a tiempo al muchacho.
Martina Contreras, madre
del adolescente, explicó que desde el martes, Carlos Ramón presentó fiebre tan
alta, que deliraba y sin ningún otro síntoma lo llevaron al único centro de
salud del caserío de Río Negro en el municipio Guaraque, allí fue atendido por
el médico de guardia.
El referido profesional de
la salud les decía que debían esperar cinco días al menos para que el
tratamiento surtiera efecto, "el miércoles mi hijo se puso peor y comenzó
a decir disparates, se despertaba exaltado y yo le rogaba al médico cubano que
me lo refiriera para Tovar, pero el hombre se negaba, no lo quería dar de alta
tampoco", narró la progenitora.
La abuela del fallecido,
María Molina, quien es enfermera, contó que Carlos Ramón solo recibió hidratación
y tratamiento para la fiebre, pero que no se cumplió el protocolo de
diagnóstico, lo cual impidió que pudieran determinar el origen de la fiebre:
"no le mandaron a hacer placa, ni exámenes de laboratorio, lo dejaron ahí
y el médico lo único que le decía era que no lo iba a mandar a Tovar porque él
no tenía nada y lo que estaba era asustado y con frío", indicó indignada.
Ya el jueves, el muchacho
comenzó a presentar disnea, cianosis y dificultad para respirar, "me
decía, mamá, no puedo respirar, creo que me voy a morir y el doctor lo que
hacía era tocarle el pecho y decirle que se calmara, para no llevarlo a Tovar,
que estaba era asustado", mencionó la madre de forma muy serena.
"El viernes en la
mañana estaba ya todo morado y comenzó a botar espuma por la boca y el médico
no hacía nada, fue ya cuando lo vio casi sin vida que nos mandó a llevarlo a
Tovar, no hallaban cómo hacer, sabían que se estaba muriendo y ahí sí se
apuraron a sacarlo para la carretera para que no se les muriera", continuó
narrando Martina Contreras.
La abuela del muchacho
explicó que basada en su experiencia como trabajadora de la salud, su nieto
podría haber fallecido debido a un edema de glotis que ocasionó un paro
respiratorio, sin embargo, hasta el cierre de esta edición esperaban el
resultado de la necropsia por parte de los médicos forenses del Instituto
Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula).
Llamado
En el mencionado sitio de
atención primaria no cuentan ni con medicamentos ni con una ambulancia, aseguró
Ender Molina, tío del hoy fallecido, "además esos cubanos no conocen de
enfermedades del campo. Sí es verdad que él (Carlos Ramón), el sábado pasado
ayudó al papá a fumigar, pero él estaba operando los motores, estaba lejos del
pesticida, así que no sabemos si realmente esa fue la causa por la cual no nos
han dado los resultados de la autopsia", dijo.
Fuente: Diario de LosAndes
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