martes, 14 de agosto de 2012

Sobre el uso racional de los medicamentos

Por uso racional de los medicamentos (OMS) se entiende su uso correcto y apropiado. Para que haya un uso racional, el paciente debe recibir el medicamento adecuado, la dosis debida durante un tiempo suficiente, al menor costo posible. La OMS calcula que más de la mitad de los medicamentos se prescriben, dispensan o expenden de forma inapropiada, y que la mitad de los pacientes no los toman correctamente.

1.- Uso incorrecto de los medicamentos. El uso incorecto de los medicamentos se produce cuando se incumple algunos de los supuestos contemplados en la definición anterior, y  se producen problemas entre los cuales encontramos:
  • Polifarmacia (OPS consumir más de 3 medicamentos simultáneamente);
  • Uso excesivo de antibióticos;
  • Prescripción no ajustada a directrices clínicas;
  • Automedicación inapropiada.
2.- Consecuencias del uso incorrecto de los medicamentos
  • Resistencia a los antimicrobianos. El uso excesivo de antibióticos aumenta la resistencia a los antimicrobianos y el número de medicamentos que dejan de ser eficaces para combatir las enfermedades infecciosas.
  • Reacciones adversas a los medicamentos y los errores de medicación. Cualquier reacción nociva no intencionada que aparece a dosis normalmente usadas en el ser humano para profilaxis, diagnóstico o tratamiento o para modificar funciones fisiológicas, puede generar RAM. Los errores de medicación anulan la eficacia del tratamiento y pueden provocar lesiones o muerte del paciente.
  • Desperdicio de recursos. Entre un 10 a 40% de los presupuestos sanitarios de los países, se gasta en la compra de medicamentos.
  • Pérdida de confianza del paciente. El uso excesivo de medicamentos escasos contribuye a menudo al agotamiento de existencias y al aumento de los precios hasta niveles inasequibles, lo cual merma la confianza del paciente.
3.- Factores que contribuyen al uso incorrecto de los medicamentos
  • Falta de conocimientos teóricos y prácticos. Dudas sobre el diagnóstico, falta de conocimientos farmacológicos de los involucrados en el proceso, inexistencia de información independiente y de oportunidades para efectuar un seguimiento de los pacientes, son factores que contribuyen a la prescripción y dispensación inadecuadas de los medicamentos.
  • Manejo inapropiado y contrario a la ética en la promoción de medicamentos, por parte de las empresas farmacéuticas. La mayoría de los prescriptores obtienen información sobre los medicamentos, directamente de los fabricantes. Esto conduce al uso excesivo o inadecuado del medicamento en detrimento de la salud del paciente. En algunos países la publicidad de medicamentos que necesitan receta va dirigida directamente al consumidor, lo cual puede llevar a los pacientes a presionar a los médicos pidiéndoles medicamentos innecesarios.
  • Beneficios de la venta de medicamentos. En muchos países se prescriben y venden medicamentos sin receta, privilegiando el factor económico mediante ofertas, lo cual conduce al consumo excesivo de medicamentos, en particular de los más peligrosos y caros.
  • Disponibilidad de medicamentos sin restricciones. En algunos países la prescripción de medicamentos –antibióticos- se hace libremente, sin receta, que conduce al consumo excesivo, a la automedicación inapropiada y a la inobservancia de los regímenes posológicos. Afortunadamente esta tendencia tiende a desaparecer, con la implantación del plan “medicamentos controlados”.
  • ·  Sobrecarga de trabajo del personal sanitario. Muchos prescriptores disponen de poco tiempo para al paciente paciente, generando diagnósticos y tratamientos deficientes basados en hábitos de prescripción, por la carencia de tiempo para actualizar sus conocimientos sobre los medicamentos.
  • Medicamentos inasequibles. Cuando los medicamentos son inasequibles, los pacientes no pueden comprarlos, o las cantidades que adquieren no cubren un tratamiento completo, lo que ocasiona que busquen alternativas de medicamentos de calidad no garantizada adquiridos a través de Internet u otras fuentes, o los medicamentos que han sido prescritos a sus familiares o amigos.
  • Inexistencia de políticas farmacéuticas nacionales coordinadas. Las políticas básicas recomendadas por la OMS para garantizar el uso apropiado de los medicamentos solo se aplican en menos de la mitad de los países. Dichas políticas incluyen medidas e infraestructuras apropiadas para monitorizar y reglamentar el uso de los medicamentos, y para capacitar y supervisar a los profesionales sanitarios que realizan las prescripciones.

4.- Medidas para mejorar el uso racional de los medicamentos

  • Creación de organismos nacionales que coordinen las políticas sobre el uso de los medicamentos y hagan un seguimiento de sus repercusiones;
  • ·Directrices clínicas basadas en datos probatorios destinadas a la capacitación, supervisión y apoyo a la toma de decisiones relacionadas con los medicamentos;
  • ·Listas de medicamentos esenciales para ser utilizadas en la adquisición de medicamentos y los reembolsos de los seguros;
  • ·Creación de comités distritales y hospitalarios de medicamentos y tratamientos que apliquen intervenciones para mejorar el uso de los medicamentos y efectúen un seguimiento de sus efectos;
  • ·Formación en cursos de farmacoterapia a los profesionales involucrados y formación  continua como requisito para ejercer la profesión;
  • ·Información pública independiente y no sesgada sobre los medicamentos;
  • ·Fomento de la educación de la población en materia de medicamentos;
  • ·Eliminación incentivos que facilitan la prescripción incorrecta, como la venta de medicamentos con ánimo de lucro por parte de los prescriptores, que ven así aumentados sus ingresos;
  • Formulación de normativas que garanticen que las actividades de promoción de medicamentos, se ajustan a criterios éticos;
  • Financiación suficiente para garantizar la disponibilidad de medicamentos y personal sanitario.
Fuente:OMS

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